No es fácil vivir en medio del caos. No es sencillo mantener el equilibrio cuando llegan embestidas, cuando nos llega al oído mensajes de miedo con sabor a incertidumbre.
Estamos diseñados para anticiparnos, para responder emocional y cognitivamente de manera precipitada cuando el pánico nos asalta... Sin embargo, lo ideal en medio de estos escenarios es la calma.
La palabra del año para este 2020 será sin lugar a dudas «miedo»... Los acontecimientos presentes muestran ya todo ese caleidoscopio que se contiene en este término, y en el cual se integra desde el fantasma del comportamiento más irracional hasta esas reacciones más integradoras.
Esas que asumen el temor, pero optan por afrontarlo llevando a cabo conductas proactivas para dar solución a un problema.
Los miedos pueden educarse y que es entonces cuando damos los pasos más firmes. Es fácil decirlo pero llevarlo a cabo es posiblemente el acto más complejo y traumático en el ser humano... Porque cuando el caos llama a la puerta y nos arrebata la calma, la mente se desboca y, lo que es aún más peligroso, contagia a otros hasta hacer del miedo un enemigo de dimensiones extraordinarias.
En estos contextos, debe germinar la calma... Esta dimensión también puede entrenarse porque, al fin y al cabo, el propio miedo, la ansiedad y los comportamientos irracionales son un virus más que podemos aprender a contener.