Stephen R. Covey, el autor del popularísimo Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, sugiere que apliquemos el principio de los estoicos de la siguiente forma:
«Imagina dos círculos. El círculo exterior se llama el “círculo de preocupaciones”, que incluye las cosas que nos pueden causar preocupación, pero en las que no podemos realmente influir. El otro círculo es el “círculo de influencia”, que incluye cosas en las que sí podemos influir, de las que deberíamos responsabilizarnos. Cuanto más centramos nuestra atención sobre el círculo de influencia, más relajados y eficaces seremos».
Y para terminar, querría compartir contigo una imagen que a mí me resulta muy útil. A todos nos cuesta saber qué cosas podemos cambiar y cuáles no. ¡Necesitamos entrenarnos, ir soltando lastre, reconociendo cada vez más fácilmente qué es lo que controlo y qué no! Para tenerlo cada vez más claro de forma intuitiva, piensa esto:
Cuando miro al mar y veo las olas llegar a la orilla...
¿puedo decirles que paren?
No puedo.
Así que cuando estés frente a una situación complicada, pregúntate,
¿es esto como las olas?